Cada año se repite la historia en Colombia de Vivir el paro camionero afectando a importadores, exportadores y en general a toda la población.
Este año después del análisis que gobierno y el gremio transportador realizaron, se determinaron unos ajustes en las tablas de precios que si bien terminaron con un efecto de costos temporal (pedidas por tener a un país frenado), a futuro lo único que está generando es un incremento en los % de dichos costos afectando nuestra competitiva a nivel internacional y nacional de productos y servicios en todos los sectores empresariales del país.
Este tema es tanto de forma como de fondo y en síntesis lo que realmente no solo aliviara este concepto y otros manejados en los procesos de logística en el país, es revisar nuestra infraestructura nacional confrontándola con la globalización que se ha desarrollado a nivel mundial, generando esquemas de logística puros y que ayudan en otros países a tener un proceso de importación y exportación adecuado siendo competitivos las distintas empresas a nivel internacional.
Que nos faltan vías?, que los puertos más importantes de este país no cuentan con tecnología de punta para manejar los procesos generales?, que nuestra legislación no es un apoyo para los empresarios? Que la entidad controladora del estado no cuenta con personal idóneo para atender a los usuarios de comercio exterior en el país? Y muchas más preguntas como las anteriores solo tienen una respuesta… es correcto.
A Colombia le falta visión futurista para su balanza comercial, le falta justicia en su normatividad y le falta entender lo que realmente significa una administración publica transparente y coherente con la evolución del mundo.
Esperemos que pasa con el cambio de gobierno y ojala algún día nuestro ministerio de Comercio sea capaz de atender a los verdaderos llorentes del país que son todos los usuarios de comercio exterior para ser un facilitador en y poder realmente globalizar a este territorio.