Muchas veces la palabra emprender se toma como algo que solamente ciertas personas lo pueden conseguir o lo pueden lograr, algo lejano a las capacidades personales. Se tiene una creencia social de que el emprendimiento presenta muchas restricciones, dichas limitaciones suelen ser principalmente psicológicas, económicas y/o sociales, como por ejemplo la falta de tiempo y dinero, el entorno en general, la edad de las personas, la competencia nacional e internacional, entre otras.
Emprender no es fácil, pero no es imposible, implica sus sacrificios y un gran esfuerzo, pero el éxito y los buenos resultados que se obtienen de forma honesta siempre necesitarán un máximo propio. Para ello la motivación juega un papel importante, debido a que al tener unas metas claras genera una sensación corporal que nos permita dar lo mejor de cada uno, superando las adversidades y alcanzando los beneficios esperados.
Uno de los aspectos a enmarcar, es la visión pesimista que presenta la mayoría de las personas, las cuales no tienen ambiciones debido a las problemáticas históricas de un país lleno de problemas sociales, políticos y económicos. La falta de inspiración y el pensamiento poco optimista hace que las personas no tengan motivaciones para emprender, ocasionando una serie de problemas, entre los cuales se resalta el conformismo, debido a que se acostumbran a vivir con lo mínimo y no buscan sobresalir.
Las oportunidades muchas veces no son visibles a los ojos de las personas que no las quieren identificar, en cambio las limitaciones las enmarcamos y las ponemos en un rango mayor al que deberían estar, de allí surge el miedo y la desesperanza, porque esas limitaciones se apoderan de las personas y les impide avanzar por un camino en el cual, aunque siempre habrá obstáculos, también habrán oportunidades de superarlos.
Ahora, claro está, que el miedo de emprender es más notorio cuando se habla del mercado internacional, todavía las personas están viendo la globalización como una amenaza y es entendible en los países que no han sido competitivos a nivel mundial, pero es por las mismas restricciones mencionadas anteriormente que impiden progresar. Toca empezar a cambiar dicha perspectiva y ver la globalización como un océano de oportunidades inexplorables.
¿Por qué será tan difícil ver el mundo de otra perspectiva? en una perspectiva que se identifiquen las oportunidades hasta en los momentos de crisis, porque como dice el adagio popular, en tiempos de crisis están los que lloran y están los que venden pañuelos, y muchas veces nos quedamos en el llanto facilista que en la venta de pañuelos. Aunque este último implica sacrificio, es un camino recto al éxito, pero ¿por qué se habla de éxito el camino de emprender? Simplemente porque al emprender y crear empresa se impulsa la economía, generando empleo, atrayendo inversión extranjera y obteniendo crecimiento económico.
Igualmente, emprender también es tener una visión social, buscando el bien en general, enfocándose en una sociedad y en un país en el cual todos pueden colaborar para su crecimiento, pero para ello necesitamos de ese esfuerzo y dar ese primer paso, para que así haya un fortalecimiento de la industria nacional y crear un país más competitivo ante los ojos globales
Por esa razón es que emprender no es llegar al mercado informal, sino ver más allá, buscar lo que hay un paso adelante del horizonte, tener aspiraciones grandes, tener metas realistas pero en un ámbito casi imposible para los demás, porque en las metas personales se identifica la clase persona a emprender.
Para terminar, el objetivo es hacer una invitación a romper esos paradigmas que históricamente han afectado el país y tener el apoderamiento propio de creer en sí mismo y empezar a soñar en grande, en tener esa aspiración de ser mejor cada vez y junto con el pensamiento emprendedor de cada colombiano, poder construir un país mejor.